viernes, 31 de mayo de 2013

Violencia de Género: rozando el límite y el giro esperado en su lectura global


 Lunes, martes, miércoles, jueves. Incinerada, golpeada, vuelta a golpear, apuñalada. Esa es la verdadera estadística de la violencia familiar que ningún organismo estatal monitorea como se debiera. “Cada 35 horas muere una mujer por violencia machista”, anunciaba Paula Saldaqui en una nota sobre el concepto de femicidio de la Revista Furias N° 15. Quizás el factor noticioso fueron esas pocas horas que se adelantaron a la estadística. Una por día, 4 mujeres correntinas en una semana fueron atacadas por sus parejas o ex parejas.

Pero, ¿dónde está realmente la noticia? En esta continuidad pareciera que está por la “novedad” y “encadenamiento” de sucesos parecidos. Novedad, no es. Sucesos, se encuentran muchos más de los que repercuten mediáticamente.

Una segunda instancia se anclaría en la búsqueda de las “causas”, siempre pasionales, aunque nunca públicamente reconocidas como la pasión/odio que nace de los mandatos sociales anclados en la desigualdad, la dominación y la falta de oportunidades.

“Vivimos en una cultura donde el poder juego un papel muy importante, y hay jerarquías que son bastante inamovibles, y que a veces se ejercen tiránicamente”, señala en una entrevista periodística la licenciada Esther Czernikowski.

En el artículo de la Revista Furias, Saldaqui también define el término FEMICIDIO como un término político: “es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista”. ¿Es descabellado entonces tratar a estas noticias dentro de ese Cintillo Noticioso denominado Política, dentro de la agenda de los funcionarios?

Como buenas/os hijxs del rigor,  tuvieron que suceder 4 hechos desgarradores en una semana para esto fuese así. Respuestas sacadas desde abajo del mantel, soluciones Express con poco fundamento, y finalmente, posibles herramientas de las cuáles empoderarse para bien. Entre ellas, el nuevo Centro de Monitoreo y Contención para Víctimas de Violencia Familiar y de Género.

En sí, un organismo posiblemente útil para una de las labores más difíciles para el Estado, la articulación, el monitoreo y actuación integral para la problemática.

En concreto, un espacio vacío con personal destinado a dedo, sin formación ni información sobre la temática. Una reacción desesperada que sólo confirmó cómo el Estado y la Justicia aún están en pañales en comparación con los movimientos sociales y la sociedad en sí.

El Femicidio debe tomar su carácter de significante que llene el vacío existente en ese abismo plegado “de ambiguas interpretaciones y desigualdades de género” que aún es la Justicia argentina. Sólo en la Justicia está un límite posible ante una violencia que parece incontenible, eso es cierto.

No es, sin embargo, el único medio, ni el primero.  En esa única respuesta posible, el Estado sólo posibilita el dictado de leyes. Polémica aparte, aunque no menos importante, el de buscar respuestas sólo en el “dictamen” y en las “leyes”. Hay una bajada de línea, una lógica vertical en esas palabras que (a veces) impiden ampliar el universo reflexivo sobre el tema y plantear, descubrir, implementar otro tipo de soluciones.

Así cerraba el ciclo mediático la licenciada especialista en vínculos, Esther Czernikowski, en comunicación con la radio correntina Sudamericana: “se está haciendo mucha publicidad de la denuncia policial y judicial, pero la vía debería ser otra, por ejemplo recurrir a instancias que tienen que ver con la salud mental”.
“El hombre también debe ser tratado, la legalidad sería la última instancia y no la primera”. “La violencia no es sólo pegar con el cuerpo, con el silencio, con el dinero, hay muchas instancias donde esa relación de violencia y poder siguen funcionando”.

La acción policial, entonces, si bien necesaria, no puede ser el único brazo articulable (brazo de trabajo y no sólo de señalización y represión). Esta postura es también defendida por el abogado especialista en violencia familiar, César Jazmín, quien considera que la “exclusión social” del victimario sólo provoca la reincidencia y la continuación del mismo ciclo con otras mujeres. 

“Sacarle la tarjeta roja al golpeador”, como señala una campaña nacional, sería una solución a medias. Otra más de “esto se hizo ayer”, como señaló una funcionaria (en un arrebato de sincericidio) entre telones durante la inauguración del Centro de Monitoreo y Contención.

Del día del acto  de inauguración, se pueden destacar dos líneas dichas por el ministro de Gobierno de la Provincia, Gustavo Valdés. La que señala al centro como “un lugar de tránsito, no un refugio” (lo que trae a presencia un vacío que ha tenido resueltados muy positivos en otros países: la creación de refugios).

Y por otro, el dato de que desde la aplicación del número de emergencias 911 en Corrientes hace un año atrás, les “sorprendió” que la segunda causa que más resaltaba en los llamados, tanto en el interior como en la Ciudad, fuese la violencia familiar y entre vecinos.

Presencia mediática que cubrió casi todo el mes de Mayo, un tratamiento mediático impensado para años anteriores, un tanto alejado de “las causas pasionales” y la “agenda policial”, con entrevistas profundas, destacando acciones concretas de la sociedad civil y del Estado, pareciera que se está realizando un giro importante. Conciencia social, colectiva. Nada más y nada menos.


En futuras publicaciones DE la FARC, quizás se continúe desarrollando el tema. Cabe destacar, por último, que aunque parezca falta de exhaustividad de la que escribe, la ausencia de nombres y fotografías relacionadas con los casos ha sido a conciencia.


POSIBLE CRONOLOGÍA DE VIOLENCIA ANUNCIADA. Enlaces de interés:


http://issuu.com/furias/docs/furias15?e=2726960/2632857 Artículo sobre FEMICIDIO de Saldaqui. Pag. 23










http://www.26corrientes.com.ar/index.php/provinciales/4252-insisten-en-declarar-a-corrientes-en-emergencia-por-violencia-de-genero.html Mumalá pide Emergencia de Violencia de Género y postura del Concejo Deliberante sobre uno de sus integrantes involucrado como victimario en uno de los casos


NÚMEROS DE SERVICIO:

Consejo Provincial de la Mujer: 0800-555-7452

Centro de Monitoreo y Contención a la Mujer víctima de Violencia: 0379 15 4 826495


Y por último, una canción...