sábado, 21 de junio de 2014

“Vivir el activismo en la calle, en la casa, cuando duermo, todo el tiempo”

(A RECORDAR QUE LAS IMÁGENES Thinglink SON INTERACTIVAS CON MÁS INFO)

Cómo desentrañar esa palabra nueva, casi neologismo que en su sola enunciación parece cambiar lo que lo rodea. Empoderamiento. Palabra feminista. Palabra de Mujeres. De minorías. ¿O no? ¿O sí? Aquí retazos de discursos que vivencié, compartí, y aprehendí en el PRIMER ENCUENTRO DE MUJERES Y DIVERSIDAD SEXUAL en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, provincia de Chaco, Argentina.

El primer contacto es a través de una de las organizadoras del encuentro y la palabra empoderamiento. “Empoderarse de lo que pasa, de lo que las rodea, que es también distinto acá que allá la situación de una lesbiana, bah de una mujer”, me dice, palabras más palabras menos. Estamos reunidas en la sala de mi casa pucho de por medio, me gusta lo que me cuenta, encuentros e intervenciones por el día de la visibilidad en Buenos Aires. Nombra a mujeres y a agrupaciones a las que conozco por haberlas leídos en alguna parte, por haber subrayado su nombre en algún artículo. Me entusiasmo. Pero a la vez, no termino de creer.

Sentirse incapaz de hacer, ‘el yo no puedo’ al que nos tiene acostumbradas un sistema al que mucho no le importa nuestra voz, qué tenemos para decir. Un modo de crecer y de educar que no nos permite el errar. Probar, hacer, errar, volver a empezar. Ese juego de la vida que no es correcto para una “niña/señorita bien”. 

Radio Abierta. Día viernes 6
De eso trata cuando hablamos de empoderarnos: de esos procesos que fortalecen nuestras capacidades, confianzas, solidaridades, acciones comunitarias, protagonismos para generar cambios positivos. (Pensaba quizás en nombrar algún concepto bibliográfico sobre esta palabra, sin embargo pareciera más pertinente permitirme decirlo así como sale, producto de las conclusiones me dejó esta jornada). 

“Hay que respetar los procesos, no forzarlos”, repiten dos activistas protagonistas del encuentro. Soledad Linale, integrante de la Secretaría Lésbica y Claudia Castrosin, activista de La Fulana. 

No es pues, casual sino causal que la jornada del sábado 7 de junio haya iniciado hablando de violencia. Tampoco fue causal que el grupo diverso de concurrentes haya decidido romper con la disposición académica frecuente. El gran teatro del Complejo Cultural Centro Chaqueño dejó de lado el escritorio –siempre con agua mineral a los costados, pues son quiénes disertan quiénes hablarán más- y las butacas enfiladas; para formar una ronda placentera en el mismo escenario. ¿De simples escuchas a protagonistas todxs de este encuentro?

Un recorrido procesual desde las violencias simbólicas, psicológicas, homofobia, lesbofobia internalizada hasta los casos extremos de crímenes de odio y femicidios. Una construcción conjunta y descontracturante. 

De visibilidad lésbica fue la segunda mesa de la mañana. Se habló de ese ser visible que se afecta en todos los sentidos, una visibilidad que es también “escuchabilidad,” “decibilidad”, “tactibilidad” y “gustabilidad”. Porque no sólo se trata de crear leyes y proteger derechos, se trata principalmente de vivir. De AMAR, “en definitiva de lo que estamos hablando en este tipo de encuentros es de amor, de nuestras relaciones y modos de amar”, sintetiza Claudia Castrosin durante el encuentro.

Tamaño tema. Me pregunto cuántas de nosotras nos habremos preguntado realmente al respecto.

Pero el encuentro tampoco estuvo ajeno a la agenda caliente que por estos días revoluciona (un tanto silenciado, otro tanto ignorado) a la Provincia del Chaco. Días de represión y protestas sindicales. Días en los que un Gobierno desmembrado y anti-dialoguista decide vetar en 24 horas la aplicación y adherencia a la ley de reproducción asistida del embarazo.

Semanas después la línea 137 del Programa de Violencia Doméstica retira su apoyo a la brigada de Resistencia por no contar con los recursos necesarios para su funcionamiento. “Estoy muy enojada y decepcionada porque mi Gobierno se olvida de ciertas cuestiones”, había adelantado Silvina Canteros, la referente encargada de esta línea en la Dirección Provincial de la Mujer durante la jornada.

En líneas generales, es ese poder estatal que aún piensa que hay problemáticas menores, de segunda categoría, quien parece haberse olvidado.

Sin embargo empieza a moverse en las calles otro tipo de ideas: cuatros días antes del veto pasan por Resistencia los ciclistas de la asociación Sin Relevos, que recorrieron el país juntando firmas por esta ley. Unidos por la diversidad, a su vez que apoya su pasada por la Ciudad, busca adherencia y realiza actividades por los días de la Visibilidad Lésbica y Contra la Homofobia. También, se realiza el encuentro de Mujeres y Diversidad Sexual.

Hace unos días leía la bio-genealogía de la colectiva feminista La Revuelta, y en uno de sus párrafos hablando de activismo, definía a éste como un trabajo para “estirar los límites de lo posible”. Estirar antes que ampliar, ya que hace visible –las palabras tienen sexo, como lo dice otro buen título bibliográfico- el esfuerzo, las resistencias, las luchas de poderes.

“Vivir el activismo en la calle, en la casa, cuando duermo, todo el tiempo”, describe Soledad Linale. Simplemente otra manare de explicarlo.

Un verdadero encuentro, con todas sus implicancias, la apertura hacia el intercambio de experiencias, catarsis activa constructiva y re-constructiva. Un rizoma de sororidad.

La organización de este primer encuentro –se hace imposible ahora pensar que no habrán otros- fue modo de estirar estos activismos colectivos, federalizarlos -en lo real y tangible de esa palabra- a otros territorios, del país, de las sociedades, de las experiencias.

Esa inquietud de lo no resuelto que impulsa hacia delante y nos permite re-pensarnos y construir-nos- No existen conclusiones para este primer encuentro. Sólo más preguntas. Dudas-acción. Qué se busca en un encuentro sino eso.

Celebro, disfruto y me comprometo en eso.

 FOTOS: Unidos por la Diversidad Sáenz Peña

Otros enlaces de interés
Abrazos por dar vida Chaco
Programa Violencia Familiar
Cadena de Relevos (FB)