jueves, 27 de febrero de 2014

ANOTICIADAS: entre el factor de noticiabilidad y lo que “incomoda” al periodista y al público lector

Hace un par de meses vengo armando una nota que recuente los casos mediatizados de FEMICIDIOS en las provincias de Chaco y Corrientes, recaudando archivos virtuales.

El primer dato casi cuantitativo que distinguí es que los diarios chaqueños hacían un mayor uso de la palabra ‘femicidio”, mientras que en Corrientes aún se utilizaban eufemismos encubridores como “pelea de pareja”, “crimen pasional”, “marido mata a su mujer porque…”, entre otros.

Analizando estos puntos, sentí necesario hacer un stop para tratar un tema más reciente condensado en tres “noticias mediáticas”: La denuncia de secuestro de una joven chaqueña en el centro de Corrientes, la muerte de una joven penitenciaria en horas de trabajo y la muestra pública de fotos “privadas” de otro grupo de penitenciarias en la provincia de Chaco.

¿Qué arrojan estas tres noticias sobre el concepto Mujer en el mundo posible mediático-virtual? Víctima – Vulnerabilidad – Juicio/Moral – Público/Privado.

El juego de estas palabras es lo que se esconderá como metamensaje en cada noticia y se hará aún más visible en la cadena de significantes que multiplicaran lxs lectorxs en sus comentarios a través de las redes sociales y portales de noticias.  

La cronología de la noticia sobre la joven que denunció un intento de secuestro comienza con titulares envolventes de alarma y precaución. Si bien hay que rescatar que en la mayoría de los medios se respetó el uso de potenciales hasta confirmar los hechos en titulares, la crónica en el cuerpo de la noticia reforzaba el relato de alarma y miedo, con el uso de adjetivos como “escapó milagrosamente”, “brutal secuestro”, “no corrió con la misma suerte” , “aberrante suceso”. Adjetivaciones que bajo la reprimenda moral del hecho esconden también la idea de debilidad y azar que rodea la vida de una mujer joven en la vía pública.

De este modo, se nos advierte como mujeres de los peligros de circular solas, de la desprotección generalizada que no termina tampoco al recurrir a las autoridades oficiales (para este ejemplo ver el ENLACE ANEXO del diario Norte sobre declaraciones del padre de la joven). Un cierto disciplinamiento de los cuerpos a través del mismo discurso.


Y como esta nota también trata de la función de la y el comunicadora/or en este tipo de noticias, pondré como ejemplo sólo dos comentarios de comunicadores sociales sobre el hecho una vez desmentido oficialmente el secuestro:

Comentarios en redes sociales
“Culpa de putitas como esta, la policía no toma enserio muchas denuncias, de chicas que sí, se encuentran desaparecidas o intento de secuestros” , estudiante de la carrera de periodismo y joven periodista.

“ESTABA POR LA CALLE SAN LORENZO ....CAPAZ FUE A TIA DORIS Y LE DIERON.....MASITA”, haciendo alusión al video difundido dónde se ve a la joven salir de un motel ubicado por esa calle. Reconocido comunicador y relacionista público correntino.

¿Qué nos dice estos comentarios más que implícita ya explícitamente? En el primero, más grave aún que las adjetivaciones despectivas y conocidas en torno a la joven, lo interesante es cómo una noticia en particular sirve para encubrir (¿justificar?) el desconocimiento, la desigualdad y desinterés que caracteriza al tratamiento policial en dicha problemática.

Cabe resaltar que la falsedad o no del hecho denunciado no debe influir en el buen procedimiento policíaco, que debe tomar de modo correcto la denuncia y seguir los protocolos judiciales en forma inmediata.

Hay una sobre-estimación moral de la mentira. El hecho de haber mentido la transforma en persona juzgada y juzgable, en una delincuente de esa verdad reservada a los vigilantes de la Moral y las Buenas Costumbres para la Mujer (que generalmente aparece en las redacciones como una tercera persona omnisciente).

No hay cabida en este debate devenido en juicio y apedreamiento en la plaza pública, que muchas veces las mujeres (sobre todo las más jóvenes) mienten sobre su vida sexual, porque su vida sexual sigue siendo una cuestión social y de Estado (y por lo tanto juzgable).

Más allá de que todo este texto sea un análisis subjetivo de quien escribe, me tomo un espacio para asentar una opinión personal: no me cabe duda que una noticia “desmentida” como ésta es muy conveniente para que el Gobierno y la Policía provincial pueda soslayar su absoluta incompetencia y desinterés por el tema de la trata de personas en Corrientes (Para ampliación del tema ver ENLACES ANEXOS RECOMENDADOS). O acaso las autoridades competentes se han tomado el tiempo de armar una conferencia de prensa para explicar los múltiples allanamientos a prostíbulos y desbaratamiento de redes de trata en el interior de Corrientes. 

El segundo comentario tan sólo refuerza la desestimación de los temas macro que rodean al hecho particular a través del chiste y la burla. Pero aquí entran en juego la superficialidad y los puentes forzados que se entrelazan discursivamente entre temas bien distintos: la vida sexual de una joven / estimación general de su persona / una presunta denuncia de secuestro en una provincia reconocida como lugar de tránsito y captación de Trata de Personas (ver ENLACE RECOMENDADO de edicionea.com).

Y esto abre el segundo debate sobre las dos noticias restantes. Cómo llegaron los medios de difusión a establecer una conexión entre el asesinato de una mujer penitenciaria en manos de un recluso y unas fotos cuasi nudistas que trascendieron (¿casualmente?) unos días después de otro grupo de penitenciarias también del Chaco.

Esta conexión queda vivamente ejemplificada en este párrafo de una nota del diario Clarín titulada ‘Escándalo por fotos hot de penitenciarias’: “Lo curioso es que las fotos salieron a la luz a pocos días de que César de la Concepción, un recluso acusado de homicidio, asesinó a la penitenciaria Yamile Gómez y luego apareciera muerto en su celda, en lo que se informó como un supuesto suicidio”.

De este modo, queda asentado la jerarquización periodística y el tan nombrado factor de noticiabilidad en nuestra profesión: en un primer plano el “desacato e irresponsabilidad” de estas penitenciarias” y sólo por comparación se pierde, en un segundo plano, el crimen de una trabajadora que ronda la carátula de un femicidio social y estatal.

Nota aparte merecerían dos cuestiones referidas a la fotografía: el uso indiscriminado de la imagen de la joven que denunció el secuestro –tanto el video del motel como fotos personales- y el juicio de valor abierto sobre ciertas partes (erotizantes) del cuerpo de las mujeres puestas al descubierto. Qué sesgo de cierta moral mojigata y censuradora se ve “escandalizada” por la exposición de estas “mujeres comunes”, mientras consume sin cuestionamientos el estereotipo mediático del cuerpo femenino desnudo hiperexpuesto de modo comercial.   


SOBRE PERIODISMO, RESPONSABILIDAD Y COMPAÑERISMO

Cuando ingresamos a la Facultad de Periodismo lo primero que la educación bancaria nos enseña más con gestos y sugerencias que con teoría es que al salir al campo laboral de los medios de comunicación seremos lacayos de los grandes empresarios perversos y sedientos de poder y dinero. La autocensura, la mecanización de la escritura y la frustración serán moneda corriente siempre y cuando queramos cobrar algún salario fijo por nuestro trabajo.

¡Buenas noticias señoras y señoros! Todo eso es verdad. Sin embargo, lo que no hay que perder de vista es que, como dice la canción, "no todo es blanco o negro, es gris, todo depende del matiz".

En esta hermosa escala de grises y de colores que es nuestra profesión, existen otros modos de paliar exigencias del jefe/a de sección, línea editorial del medio, dueño de la empresa con ideas arcaicas y amarillistas, ambiente laboral hostil, escasez de recursos, escasez de tiempo, explotación laboral, cansancio, entre tantos otros factores sociales, individuales e incluso emocionales (a recordar que como periodistas también estamos creando, quehacer no menor y desgastante).

Algún intersticio, un punto de fuga sin que ese ojo juzgador de la redacción mediática se dé cuenta. Después de todo, quien empuña la pluma siempre vamos a ser nosotrxs. Con un simple cambio, se hace la diferencia.

Un título que no demarque juicio de valor negativo hacia la persona que hasta ese momento es protagonista/víctima de un hecho violento, el uso de potenciales, hacer un recuento de casos anteriores o de lo que se dijo hasta el momento, diversificar las fuentes (así estas sean de archivo virtual, es lo que tenemos más a manos cuando el tiempo nos gana), agregar un párrafo más dónde sí pueda subjetivarse casos tan serios, que haga un anclaje sobre el problema macro.

Un ejemplo claro sería en la desaparición o presunto secuestro de una adolescente. Por más que estemos obligados a copiar y pegar la siempre mal redactada gacetilla policial, y no tengamos más datos que esos; una posible sugerencia sería agregar un breve párrafo con algún comentario sobre el secuestro de personas, y su condición en la región, o de teléfonos e información útiles para sospechas de esos casos.

Otro vicio, a veces más crítico y productivo, pero que también generan rivalidades y odios absurdos, son los REPUDIOS y LAMENTOS hacia la redacción de otros colegas. Más interesante sería aclarar que no todas las formas de presentar las noticias son como esas, marcar lo positivo, colaborar en red, si bien no entre dueños de medios, si entre compañerxs profesionales. Quizás sugerir, corregir en tono amigable. Hay que recordar que en todo discurso no sólo comunica lo que se dice, sino cómo se lo dice. Y eso todo/a comunicador/a lo sabe.

    

ENLACES RECOMENDADOS
-Nota publicada por la delegada de la Red Provincial contra la Violencia Machista Corrientes, Carolina González: https://www.facebook.com/notes/caro-gonzalez/la-trata-de-mujeres-existe-en-corrientes/10152242699616352


ENLACES DE LAS NOTICIAS ANALIZADAS:

EJEMPLOS DE NOTICIAS CON UN TRATAMIENTO CORRECTO








6 comentarios:

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Muy buen análisis MER. "(...) las mujeres (sobre todo las más jóvenes) mienten sobre su vida sexual, porque su vida sexual sigue siendo una cuestión social y de Estado (y por lo tanto juzgable)."

    Agrego: no olvidemos que el primer aparato represor es la familia. Desde mi punto de vista, la joven no es mitómana, sino que habrá considerado que decir que fue "secuestrada" la libraría de un juicio o prejuicio mayor. Este último es el que hubiera salido de su seno familiar y de su círculo íntimo, al no poder responder con la verdad a la simple pregunta disfrazada de cortesía y que esconde un lado coercitivo: "¿dónde has estado?"

    Saludos.

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    1. Gracias Gabriel. Muy buen aporte, es cierto lo de la familia, otro factor a analizar.

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  4. La gente en las calles sólo se limita a comentar lo que oye, o lo que lee, ninguno hace preguntas profundas y sólo se digna a guiarse por el colectivo... Gracias por haber abierto un poco mis ojos, la verdad, no había pensado ninguno de estos temas, o no de la manera en que están expuestos, y si bien creo que es un artículo muy útil para las personas que se dedican al periodismo y ramas similares, más artículos así serían necesarios para dejar de confiar un poco en ese colectivo y empezar a pensar...
    Saludos.

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  5. María Elena, altamente recomendable tu nota para todos los laburantes de medios. Quisiera contactarme contigo, trabajo en Resistencia Radio Planeta 100.1 www.fmradioplaneta.com.ar todos los días de 9 a 12 en un mágazine informativo que también incluye lo social, cultural, deportes, etc. Mi interés cada vez mayor por la temática de géneros me atrajo a tu nota. Comparto plenamente tu postura con respecto al tratamiento inquisidor y de cacería de brujas que se hizo con el caso de Sylvina, de la misma forma la sentencia moral hacia las penitenciarias (yo también dije que no era casualidad, mira tu) y el femicidio del que poco y nada se ocuparon, si no para terminar evadiendo lo profundo con esas "fotos inapropiadas" que mostraron una inconducta de "estas mujeres". Quisiera intercambiar info y estar contacto, veré si te encuentro en face o si lo hacés vos me podrás encontrar como Maria Alejandra Zacarías. Te mando un abrazo y gracias por tu trabajo.

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